Son muchas las decisiones que se deben tomar a la hora de decidir señalizar una ruta. ¿Qué modalidad elegir? ¿Cuál es el público al que deseo llegar? ¿Por dónde discurrirá el trazado? ¿Qué señalización elijo? ¿Homologo el sendero?
Hoy nos vamos a centrar en esta última cuestión, la necesidad o no de homologar una ruta. Actualmente en nuestro país son dos los organismos certificados para emitir este tipo de homologaciones, FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada) para las rutas senderistas e IMBA (International Mountain Bike Association) para las cicloturistas.
En primer lugar nos tenemos que fijar en las motivaciones básicas que mueven tanto a senderistas como cicloturistas a la elección del destino y que son, entre otras, la calidad de la señalización en ruta y la homogeneidad en el sistema de señalización. Y por supuesto, la realización de actividad física, un buen trazado y el disfrute de la naturaleza.
¿Quiere esto decir que es imprescindible homologar una ruta para asegurar un flujo constante de usuarios? Evidentemente no. Es algo que ayuda mucho, pero existen otra serie de factores que también lo hacen y que debemos cuidar, tales como un trazado adecuado, puesta en valor de recursos patrimoniales y/o medioambientales, servicios en ruta, etc.
Es cierto que el hecho de disponer de la homologación de una ruta constituye un sello de garantía y reporta una serie de beneficios que repercuten en la calidad y seguridad de los usuarios. Los recorridos homologados son los únicos con acceso al IGN-CNIG y cartografía oficial y ambos emplean los sistemas de señalización más extendidos en Europa, de fácil compresión y probada eficacia.
Sin embargo, si decides no homologar tu ruta, puedes, y debes, garantizar la seguridad en la misma a través de una adecuada señalización: clara, homogénea y continua. Para ello, debes rodearte siempre de profesionales que sepan en todo momento qué hacen y sigan las reglas básicas de señalización de senderos para garantizar la comprensión y orientación. Y por supuesto, tanto si tu ruta es homologada como si no, es imprescindible realizar un mantenimiento periódico de la señalización (aconsejablemente cada 6 meses) para garantizar en todo momento su idoneidad y evitar el deterioro progresivo por vandalismo o degradación ambiental.
Si optas por homologar aquí tienes una entrada que te puede servir de ayuda.
Tomes la decisión que tomes, elige siempre la calidad. Invierte en recorridos de alto valor, bien señalizados y mantenidos. Se sostenible y respetuoso con el medio ambiente, solo así garantizarás un flujo adecuado de usuarios.
Buenas tardes. Para nada estoy de acuerdo de que una ruta homologada sea una garantía de nada, por lo menos en Galicia y Asturias donde llevo a cuestas cientos de rutas de senderismo y alguna de montaña.
He visto de todo en rutas homologadas:: Señales que se han roto o han desaparecido y no han vuelto a ser repuestas, cruces muy dudosos con señales confusas, senderos impracticables….
Buenas tardes Mª Carmen, gracias por tu comentario. Depende de cada federación, pero ellos son los encargados de ir revisando los senderos para que estén en optimas condiciones e ir manteniendo la homologación. Esperemos que esto se vaya cumpliendo y podamos disfrutar de senderos en perfecto estado.