El senderista o cicloturista busca caminos señalizados para internarse en la naturaleza y disfrutar de lo que más le gusta, vivir experiencias únicas y compartirlas con sus compañeros de viaje.

La búsqueda de caminos señalizados corresponde a la necesidad de sentirse seguro y a salvo mientras realiza una actividad que le resulta placentera, por lo que es imprescindible garantizar el buen estado de la señalización. De hecho está comprobado que lo que más se valora a la hora de elegir un destino u otro es un buen trazado y la seguridad que ofrece, para lo que es imprescindible realizar un adecuado mantenimiento.

Hay que tener en cuenta que un problema con la señalización puede provocar pérdidas o desorientación en el usuario, lo que puede ser muy grave sobre todo en media y alta montaña. Para prevenir estos riesgos es necesario elaborar un plan de mantenimiento y realizar la supervisión periódica de los senderos; siempre de la mano de profesionales. Un trabajo correcto previene el deterioro de la señalización, manteniendo la homologación y garantizando el éxito y continuidad de la ruta.

A la hora del planteamiento y presentación de proyectos de creación de senderos señalizados es importante contemplar una partida presupuestaria para la realización de labores de mantenimiento. Un trabajo periódico de revisión supone un coste muy bajo y evita grandes riesgos.